AngloGold Ashanti COMPRA Universidad de Caldas
FUNDACIÓN ECOLÓGICA COSMOS
Calarcá. Mayo 17 de 2011
Hace pocos días el Consejo Directivo de la Universidad de Caldas (UC) firmó contrato de prestación de servicios con la multinacional minera AngloGold Ashanti (AGA) para realizar un “monitoreo ambiental permanente, durante la fase de exploración en la zona de influencia del proyecto minero La Colosa en el municipio de Cajamarca, Departamento del Tolima”. Contrato por el término de un año y por algo más de dos mil diez millones de pesos ($ 2.010.215.215). El mismo contrato que la Universidad del Tolima se negó a firmar, hace dos meses, atendiendo a la opinión pública regional que ha manifestado su desacuerdo con el mencionado proyecto minero.
AGA contrata este servicio por determinación del Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) de acuerdo con la Resolución 1567 del 14 de Agosto de 2009 que obliga a la empresa minera. Resolución que invito a estudiar a los interesados para que se den cuenta de cómo la empresa, con la complicidad del MAVDT, viola la normativa ambiental colombiana.
Parece que la UC se adelanta a la reforma de la educación que propone el gobierno tendiente a facilitar la financiación de la universidad por empresas privadas. En este caso por una empresa minera extrajera que llega al país precedida de denuncias internacionales por contribuir a la financiación de grupos paramilitares en África y que en sus actuaciones recientes a demostrado el poco respeto que tiene por las leyes colombianas. Nada que nos extrañe aquí en Colombia.
Es inadmisible que se haya firmado este contrato. No se entiende que la UC sea indiferente ante los argumentos esgrimidos de la U. del Tolima para rechazarlo, ante el comportamiento de AGA en Colombia, ante el creciente movimiento social en la región que se opone a proyectos mineros a cielo abierto en nuestras montañas, y ante la amenaza que estos representan para las comunidades y el ambiente. La firma de este contrato contribuye a legitimar el proyecto minero de oro a cielo abierto en La Colosa y a legitimar a la empresa AGA como un actor en la vida regional. Es una especie de reconocimiento y aceptación de lo que está sucediendo en Cajamarca y el Tolima, en contraposición de lo que piensan y viven sus habitantes.
Otra razón es el contrato mismo, cuyo texto hemos conocido y estudiado. Tampoco entiende uno cómo una institución académica firma un contrato con tantos errores y equívocos. Por ejemplo: la resolución del ministerio establece que los aspectos a monitorear son: “bióticos, hidroclimatológicos e hidrogeológicos”, pero en el texto del contrato solo se especifica sobre los dos primeros y los aspectos hidrogeológicos desaparecen, y es de anotar que éstos son de los más problemáticos para el proyecto. Otro ejemplo: la cláusula de confidencialidad según la cual la información obtenida en desarrollo del contrato no pueden ser divulgados sin previo acuerdo de las partes. ¿Corresponde esto con el carácter de una institución universitaria?
Si no queremos explotaciones de oro a cielo abierto en la región. ¿Para qué permitir o promover la exploración minera?